Wonderlust de Ken Carbone: el arte de vender arte

La vista desde la cima de una montaña es estimulante y coincide con la sensación que tuve después de pasar dos días en la inauguración de Art Basel en Suiza, el Olimpo de las ferias de arte contemporáneo.

El evento de este año fue un gran éxito, con asistentes de todo el mundo que vinieron a experimentar el pináculo del mercado del arte. Con visitantes con una edad promedio de menos de 50 años, este es el tipo de público súper hermoso que solo el dinero puede comprar. Siendo de la generación "Jerry Saltz", me preguntaba por qué pasaban junto a mí camareros con bandejas de champán. Había estado en Art Basel/Miami, pero estar en la feria suiza tenía un ambiente claramente de grandes ligas con la refinada fragancia de una riqueza inimaginable en el aire.

No soy un coleccionista de arte de alto nivel, así que pude relajarme y disfrutar del espectáculo. Como diseñador y artista, estaba allí para inspirarme y me interesé particularmente en la materialidad y la producción del arte. Por ejemplo, una libra de pintura al óleo aplicada en una sola pincelada o una capa de acrílico utilizada como velo diáfano fueron algunas de las imágenes que noté. Roble motosierrado, acero cromado espejo, espuma tapizada, silicona, cerámica, cartón corrugado, mármol, vidrio, telas, pieles, plumas, fibra de vidrio, mariposas, resina, papel, espinas, fotografías, películas y pintura digital son sólo algunas de las medios que se utilizan hoy en día. Curiosamente ausente estaba el arte generado por IA; Dado el intenso revuelo sobre esta tecnología, esto me pareció un alivio bienvenido.

Para esta reseña, he seleccionado diez obras para compartir con ustedes:

Maurizio Cattelan, Roma 2023

Considerado el “bufón de la corte del mundo del arte”, Maurizio Cattelan fue noticia hace unos años cuando pegó con cinta adhesiva un plátano a la pared de una galería en Art Basel/Miami. Se vendió por 160.000 dólares. Para Roma 2023, compró un antiguo cuadro maestro en una subasta y añadió palomas disecadas para hacer guardia. Indique la pista de la risa.

Theaster Gates, en reconocimiento a nuestra nación sangrante, 2019

El artista Theaster Gates, radicado en Chicago, crea obras centradas en la escultura y la performance que transforma los materiales cotidianos y los detritos urbanos que se encuentran en comunidades de bajos recursos. En esta obra, construye una escultura de pared bellamente estriada y texturizada envolviendo firmemente una manguera contra incendios fuera de servicio alrededor de un panel de madera.

Damien Hirst, Mariposas

No soy un fan del trabajo de Damien Hirst. El tipo de arte del tiburón en escabeche o del cráneo con diamantes incrustados me parece ingenioso, abiertamente provocativo y aburrido. Por esta razón, me sorprendió descubrir que él y su equipo (y, lamentablemente, algunas mariposas sacrificiales) crearon este mandala extraordinariamente hermoso.

Imi Knoebel, Érase una vez

Esta pintura del artista alemán Imi Knoebel atrajo al diseñador gráfico que llevo dentro. La forma irregular, sencilla y de colores brillantes atrae la atención como un poderoso cartel publicitario. A sus 82 años, Knoebel continúa creando pinturas y esculturas abstractas y minimalistas a gran escala en su estudio de Dusseldorf.

Brigitte Kowanz, Pasos de luz

En 1963, el artista Dan Flavin utilizó como escultura tubos fluorescentes disponibles comercialmente. Se convirtió en su medio característico y tentó para siempre a futuros artistas a utilizar esta técnica. Aun así, el brillante escalón de la escalera de Brigitte Kowanz en el pabellón UNLIMITED de Art Basel se sintió deliciosamente fresco mientras se elevaba a través del espacio sobre las cabezas de los asistentes. Creo que Flavin lo habría aprobado.

Carlos Cruz-Diez, Ambiente de cromointerferencia

En esta pieza, el fallecido Carlos Cruz-Diez ofrece luz, color y forma como patio de recreo. El modernista venezolano utiliza proyectores digitales para generar patrones geométricos de luz que interactúan con sólidos platónicos blancos, dando como resultado una exhibición cinética que invita a la participación. Los espectadores asumen el doble papel de “actores” y “autores” de este evento cromático que se desarrolla en el espacio real.

Jean-Marie Appriou, Cristal Moon (Visión orbital) 2023

Como cualquier estudio de arte contemporáneo, es probable que haya trabajos que me resulten poco atractivos. Desafortunadamente, la escultura de astronauta con apariencia de extraterrestre de Jean-Marie Appriou es un buen ejemplo. Esta monstruosidad de bronce patinado y vidrio parece más adecuada para un parque temático de Florida que para una galería de arte. La subjetividad del arte permite que cualquiera no esté de acuerdo conmigo, compre la pieza y la exhiba con orgullo en su sala de estar.

Los árboles son un tema recurrente en mis pinturas y dibujos sobre los que he escrito anteriormente en esta columna. Ciertamente no soy el único artista con esta obsesión, por lo que siempre estoy interesado en otras interpretaciones de este tema. En Art Basel, los árboles estuvieron bien representados por muchos artistas de diversos estilos. Aquí hay tres que encontré particularmente hermosos:

Emma Webster, Doble mundo, 2023

Esta pintura al óleo de 97 ″ x 76 ″ de la artista británica Emma Webster presenta un enfoque onírico de un paisaje. Admiré su uso de iluminación dramática, pincelada lírica, color y escala. Esta pintura tiene la habilidad autorizada y la expresión emocional que valoro en el arte contemporáneo.

Eva Jospin, Bosque, 2023

Esta compleja escultura de la artista francesa Eva Jospin estaba silenciosamente escondida en un rincón de una galería. Es conocida por sus elaborados tallados en cartón corrugado, y encontré que la pieza de Jospin es una forma bellamente poética de expresar los orígenes naturales de un producto industrial que de otro modo sería mundano.

Lucas Arruda, Sin título 2023

Una pintura que se destaca en mi memoria de Art Basel es un paisaje de 6 ″ x 6 ″ del artista brasileño Lucas Arruda. A pesar de su pequeño tamaño, la pintura era fascinante y se enfrentaba audazmente a la grandilocuencia de las obras de gran escala. Lo estudié detenidamente y descubrí que la sinfonía de pinceladas y marcas de “esgrafiados” de Arruda estaba hábilmente aplicada. No podía permitirme el precio de 600.000 dólares, así que debo conformarme con un JPEG.

El frenesí de la feria puede resultar abrumador, incluso para un visitante anual. Con más de 200 galerías participando, sé que no lo vi todo. Pero las reseñas y encuestas en línea posteriores a la feria brindan una excelente descripción general, y desplazarse por la cuenta de Instagram de Art Basel es un buen lugar para comenzar.

El mercado del arte contemporáneo es un tema complejo y multifacético que no puede resumirse fácilmente en bueno o malo. Como cualquier “mercado”, ya sea de verduras, pescado o valores, la atmósfera cargada de compradores y vendedores que hacen negocios es palpable. Si bien brinda oportunidades a los artistas y genera actividad económica, los críticos a menudo acusan a las ferias de arte de elitismo, exclusividad y de priorizar las ganancias en lugar del mérito artístico.

En última instancia, corresponde a los artistas, coleccionistas e instituciones utilizar el mercado de manera responsable y equilibrar éticamente las necesidades del mundo del arte con el bien social y cultural mayor. Puedo apreciar estas preocupaciones, pero como artista y espectador, me conformo con cerrar los ojos y apreciar los momentos que pasé con un gran arte.

El mes que viene: “Cuando estés en Roma”

Ken Carbone es artista, diseñador y cofundador de Carbone Smolan Agency, una empresa de diseño que construyó con Leslie Smolan hace más de 40 años. Es autor de Dialog: What Makes a Great Design Partnership, profesor invitado en numerosas escuelas de diseño y orador de TEDX. Recibió la medalla AIGA de 2012 y actualmente es asesor principal de la firma de marca estratégica 50,000 pies, con sede en Chicago.